martes, 23 de septiembre de 2008

El tercer candidato en campaña


Como cada vez que hay elecciones en Estados Unidos, Michael Moore, el irreverente, nefrítico y polémico cineasta, documentalista y escritor, sale a escena. Como cuando un perro huele su presa, o mejor (para este caso), como cuando un cánido se socializa ortogenitalmente con otro miembro de su especie.

'Slacker Uprising' ('El alzamiento de los vagos'), es el nuevo documental que ha rodado Moore en una clara campaña de desprestigio al partido republicano -en especial a la figura de George W. Bush-. Mucho me temo que las intenciones del reconocido demócrata sean beneficiar a Barak Obama en los inminentes comicios. El problema no es que sólo yo lo tema, sino que también hay miedo entre los más cercanos a Obama.

También me temo, que este post es una crítica a la musa de David T. Hardy y Jason Clarke en su libro titulado 'Michael Moore is a big fat stupid white man' ('Michael Moore ese gordo estúpido hombre blanco'). ¡Ojo! No es que de repente me fascine la política del petro-invasor de Iraq (1.000.000 de muertos aproximádamente desde 2003), o los posicionamientos neoliberales que adoctrina el partido republicano (libre mercado, no intervencionismo, etc.). No. Es algo muy personal, como la película de Michelle Pfeiffer y Robert Redtord.

El argumento de la nueva docu-denuncia de Moore nos sitúa en la campaña electoral de 2004, que en aquella ocasión tenía como protagonistas a Bush y Kerry. El director y su equipo recorrieron 62 ciudades del país con el fin de movilizar a la juventud para que acudiese a las urnas y evitase la reelección de Bush.

Algo ilegal. Una cosa es pedir el voto positivo (como hacen los propios candidatos en favor de sus intereses) y otra influenciar en la opinión pública para pedir el voto negativo. Si a esto le sumas que fue grabado en plena campaña electoral y, además (el colmo), le añades que la mitad de las cosas que cuenta Moore en sus documentales son medias verdades o están manipulados...

¿Ejemplos?
Bwoling for Columbine (Asombrado por el caso Columbine). El documental con el que saltó a la fama internacionalmente. De acuerdo, estoy en contra de la venta de armas, creo que ello sólo propicia muerte y violencia. Y si... también creo que cada vez la juventud es más violenta. Lo que no es permisible, es que se use un tono tan jocoso e irónico ante una tragedia tal (primer caso de masacre en un Instituto). INMORAL.

Farenheit 9/11. Desde que se estrenó el filme, en 2004, el Sargento Damon* ha estado luchando contra Moore, quejándose de que manipuló sus palabras y diciéndole que "debería sentir vergüenza". Llevó al director a los tribunales. MANIPULADOR.

*Damon había perdido dos brazos en Iraq y Moore le entrevistó en el hospital en el que estaba ingresado. Manipuló sus palabras para que pareciesen una crítica a Goerge Bush, cuando en realidad fue todo lo contrario.

SICKO. El documental más esperado. Una feroz crítica al sistema sanitario estadounidense (excesivamente privado). Gastó 2 millones de euros para demostrar que la Sanidad de EE.UU. es una bazofia a menos que tengas mucho dinero. Lo hizo, comparándolo con Cuba, sin duda, el país más avanzado en esta disciplina, gracias, esta vez sí, a Fidel Castro. Creo que mejor crítica hubiera sido donar ese dinero a hospitales para mejorar su eficacia y de paso, haces una buena acción. EGÓLATRA.

Y, finalmente, y cito al propio autor, VAGO. Pues me recuerda a Papa Noel, Santa Claus, Viejito Pascuero, Colacho o San Nicolás, como prefieran. Y lo digo desde el más sincero de los respetos y la mayor de las admiraciones hacia ese mito creado en Tapara (Grecia). Y la evocación no sólo por razones obvias, sino por que ha asumido el mismo modus operandi, pero lo a lo yankee. "Trabaja" una vez cada cuatro años... Y ESTE TIO SI QUE ES MENTIRA !!

P.D. No estoy muy seguro de que en esta ocasión, al igual que con Farenheit 9/11, Moore ayude mucho a Obama en su campaña de desprestigio a todo lo que huela, sepa o vista republicano.

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