lunes, 15 de septiembre de 2008

Bolivia, en el ojo del huracán


"Dios da pan a quien no tiene dientes". Es lo que le faltó declarar a Luiz Inácio 'Lula' da Silva, el presidente de Brasil (la primera potencia del continente sudamericano), en su amenaza velada a la situación interna que vive Bolivia. "No toleraremos una ruptura institucional", dijo el mandatario brasileño.

Hoy, auspiciado por la recién creada Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), el Palacio de la Moneda de Santiago de Chile reunirá a los jerifaltes de las principales potencias del continente. Brasil (Lula da Silva), Argentina (Cristina Kirchner), Venezuela (Hugo Chávez), Colombia (Álvaro Uribe), Perú (el ministro de exteriores, José Antonio García Belaúnde), Uruguay (Tabaré Vásques) y Paraguay (Fernando Lugo), serán recibidos por Michelle Bachelet a lo largo de la mañana.

FRASES Y AFORISMOS JURÍDICOS EN LATINHoras después de hacer estas declaraciones, Lula debió telefonear a su homóloga chilena para proponer la cumbre que desde hoy tratará de poner punto y final a la situación desatada en Bolivia y que ha dejado KO las reservas de gas de buena parte del continente. Siguiente paso - el teléfono de Lula no para, y ahora establece comunicación con The White House -. El presidente carioca advierte a Washington de que va a 'tomar un papel activo en la crisis boliviana'. Quit tacet, consentire videtur.

Huelga decir que Chile y Brasil (fronterizos con Bolivia), son las dos regiones más implicadas en el problema por cuanto sus demandas de gas dependen en un altísimo porcentaje (Brasil, cerca del 80%) de La Paz. Chile, por su parte, mantiene otras disputas fronterizas, amén del mencionado problema del gas. La Argentina de Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra en la misma encrucijada de gaseo-necesidad.

Al igual que el socialismo suramericano (con dos realidades bien diferenciadas), las propuestas que se anuncien hoy, responderán básicamente a dos ideales. Por un lado, el "socialitarismo" (socialismo totalitario) chavista (al que podríamos decir que están ligados Venezuela, Ecuador, Bolivia, etc.). Brasil, Argentina, Chile, Colombia pertenecen al soci-occidentalismo (socialismo con apertura a Occidente).

Simplificando la cuestión, nos encontramos ante un enfrentamiento diplomático Caracas-Brasilia. Los unos (Chávez), propugnan apoyar una intervención militar (un eufemismo del antiguo concepto Guerra Civil) que resuelva el enfrentamiento interno entre partidarios y detractores de Evo Morales. Lula y su entorno, aprueban el apoyo diplomático necesario para resolver el entuerto sin derramamiento de sangre.

El principal temor, es que no se llegue a ningún acuerdo y el títere responda a los dictados del titiritero (léase Morales y Chávez). Un apoyo militar en la zona, no es sino el primer paso de las pretensiones de Hugo Chávez desde que se fijó en su delfín andino Evo Morales, cuya visión le debe provocar la siempre manida imagen de los símbolos del dólar en los ojos.

Petróleo y Gas unidos bajo un mismo sujeto, no es sino para echarse a temblar, sabiendo del indiscutible aprecio que dirigentes de todo el mundo sienten hacia la diplomacia exterior del mandatario del país de los culebrones. Antes de que termine la semana, sabremos si Bolivia se convertirá en el perfecto caldo de cultivo de un problema creciente al otro lado del Atlántico o si el tándem Brasil-Chile, con el velado apoyo de Washington, logra que Bolivia no se convierta en el Georgia suramericano.




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